españa pais exportador de armas

Armamento «Made in Spain»


España aumentó el 54% sus exportaciones de armas en 2007 y se afianza como uno de los primeros fabricantes del mundo.

Fíjate tú, la realidad dice que el Gobierno de Zapatero permite e incrementa la producción de armamento para ser vendido a paises como Israel, USA, paises africanos y Asiaticos. Armamento español destinado a asesinar, a mutilar a personas inocentes. Mientras tanto, Aznar era el asesino y Zapatero es un hombre de Paz. Mientras tanto, sus esbirros ya no salen a la calle, ahora se rien desde sus tronos. Mientras tanto, el resto de la población pasa hambre y vive de sus mentiras, pan y circo para la población.

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Vivimos en una constante mentira, la del Gobierno de España y la de sus afines, los medios de comunicación, los del talante y los payasos de la ceja.

La industria del armamento se ha convertido en una de las más pujantes de España, y la tendencia sigue siendo ascendente. En el primer semestre de 2007, la firmas con capital y emplazamiento español aumentaron sus exportaciones un 54% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 678 millones de euros. Casi con total seguridad, España conservará su octavo lugar en la clasificación de países fabricantes de armamento.

La industria española fabrica prácticamente de todo, aunque no es fácil acceder a información detallada por la gran opacidad del sector. Desde barcos de guerra a aviones de combate, pasando por ingenios electrónicos, vehículos blindados, fusiles, sistemas de telecomunicaciones, munición, bombas de racimo y torpedos salen de España con rumbo a otros países.

Por segmentos, Navantia lidera la fabricación de buques y embarcaciones; Casa (Getafe) se impone en aeronáutica; Indra (Madrid) y Sener (Vizcaya) se reparten la vertiente tecnológica y Santa Bárbara General Dynamics (Sevilla) se encarga de armas, vehículos y proyectiles. A la lista hay que sumar Eurocopter España (Albacete), Amper (Madrid), Inmize, Explosivos Alaveses (Álava), Sapa Placencia (Guipúzcoa) e Instalaza (Zaragoza), además de otras empresas que comparten productos civiles y militares.

El principal cliente de la industria son las Fuerzas Armadas, que suscriben acuerdos multimillonarios para abastecerse con materiales de última generación. Pero las empresas del sector han encontrado buenos clientes en los países en desarrollo, que están tirando del crecimiento con sus políticas de rearme intensivo. No obstante, lo que más ha contribuido al alza de las cifras ha sido la firma de contratos millonarios de Navantia con Noruega y Malasia para la fabricación de fragatas y submarinos, respectivamente.

«Estoy en contra de las guerras y me preocupa el medio ambiente pero mi pais fabrica y vende bombas de racimo, no pasa nada, mañana saco a los de la ceja a la calle para protestar por el Prestige y desvio la atención, que para algo les pago».

Polémico mercado
Las ventas suben al ritmo que crece la alarma. Organismos no gubernamentales denuncian que España es el principal proveedor de munición en el África subsahariana. Sólo Ghana recibió 37 millones de cartuchos en 2004 y otros tantos en 2005, destinados teóricamente a la caza deportiva. Las ventas a Marruecos (tanques y material policial), Guatemala (material policial), Colombia (obuses) y China (material de doble uso, civil y militar) han crecido exponencialmente. Arabia Saudí, Egipto y Venezuela también son receptores de vehículos blindados y aviones de guerra españoles.

No siempre está claro quiénes son los destinatarios finales de la producción. “Escudándose en motivos de seguridad, la ley sólo obliga a reseñar el país de destino de las armas y su tipología, pero no dice nada sobre si las compran particulares o un Estado, ni que armamento concreto se está vendiendo”, denuncia Pere Ortega, investigador del Centre Dèlas. La opacidad afecta también a las corporaciones que se esconden tras este tipo de compañías, en la mayoría de los casos bancos y cajas de ahorros que prefieren permanecer en el anonimato. El Congreso aprobó en diciembre una ley que da algunos pasos en las transparencia del sector.

El último gran triunfo de las campañas de desarme, tras el tratado contra las minas antipersona, ha sido un acuerdo para la destrucción de las bombas de racimo, firmado en Dublín por 80 países. En España se fabrican dos de estos proyectiles, los modelos BME-330 (Explosivos Alaveses) y MAT-120 (Instalaza), que tienen los días contados.

Aunque desgraciadamente la realidad no es así, Greenpeace denuncia que en España continuan fabricandose fabrican bombas de racimo.

A pesar de que cada día aumenta el número de víctimas por bombas de racimo en todo el mundo, España sigue fabricando y vendiendo este indiscriminado armamento. Para poner de manifiesto el peligro que suponen para la población civil y exigir al Gobierno su prohibición, la organización ecologista inaugura hoy un ciclo que muestra las consecuencias de las bombas sobre la población civil, el ciclo de sensibilización se llama ‘La vida bajo las bombas’. España es uno de los países que posee y produce bombas de racimo. Varias empresas de nuestro país las fabrican, aunque la falta de transparencia en el comercio español de armamento hace imposible saber a dónde las venden. Además, el ejército español, según reconoció el ministerio de Defensa, tiene un arsenal limitado de este tipo de armas.